Los mejores aliados del éxito.

LLos mejores aliados del éxito.

Muchas veces cuando estamos por emprender un sueño decimos:

“Estoy seguro(a) que esto lo que quiero”, “Estoy muy emocionado(a) por comenzar”, y otras frases similares que definen nuestro deseo por lograr lo propuesto.

La vida nos enseña que el éxito no es un destino, sino un trayecto lleno de vicisitudes, en el cual se gana superando los fracasos y no celebrando logros y, donde aquello que llamamos ‘problemas’ no es más que lecciones necesarias para fortalecernos.

La ‘emoción’ es como la ‘gasolina’, nos ayuda a mantener el motor encendido pero es necesario recargar, es justo en ese momento cuando necesitamos armarnos de coraje y mostrar ‘firmeza y carácter’; entendiendo que el ‘carácter’ es aquella cualidad del ser humano, que determina la conducta de una persona ante diferentes transiciones de la vida y es condicionado por el entorno y factores culturales de una sociedad durante toda su existencia.

La emoción muchas veces nos traiciona y, no nos permite dar pasos firmes hacia la meta.  Para que un Atleta pueda ser campeón de una competencia, necesita algo más que motivación y público, precisa de resistencia, enfoque, visión, fe, constancia y esfuerzo.

Debes perpetuar en tu mente: que no eres más porque te alaben tus espectadores, ni menos porque te critiquen; lo que eres delante de Dios, eso eres y nada más.

La constancia y el esfuerzo son los mejores aliados del éxito.

El dulce veneno de un infinito falso.

Hoy de cumpleaños… más que celebrar, es un día para reflexionar, para encontrarme conmigo, cara a cara con la realidad. Un día para darme una nueva oportunidad y así poder lograr mis metas y sueños; para tratar ser mejor.

He entendido que hay una distancia entre los objetivos que me he fijado y los que en realidad he logrado, también he entendido que las vidas habitualmente se asientan en cuatros componentes:

- Vocacional: Carrera profesional.

- Relacional: La interacción con las personas (familiares, amigos…)

- Personal: Es la parte única y que se expresa por propio deleite personal e individual.

- Espiritual: Este no deja de ser menos importante, es mi la relación con Dios.

Con mucha frecuencia sucede que todos nosotros tendemos a invertir y alterar demasiado estos componentes en los primeros años de nuestra vida, incluso, algunas personas carecen de algunas de esas áreas y, las consecuencias de ese desequilibrio comienzan a surgir trayendo desesperación, desmotivación y, al final nos sentimos insatisfechos; a esa sensación le llamo: “El dulce sabor de un infinito falso”.

Para evitar esa conmoción y punto de inflexión es necesario distribuir nuestro tiempo proporcionalmente en las cuatros áreas principales de nuestra vida (vocacional, relacional, personal e espiritual). A aquello que le dediquemos más tiempo será lo más importante para nosotros.

En algún momento de mi vida me he preguntado: Una vez que logre mis objetivos ¿Adónde puedo ir? ¿Qué hacer cuando se ha llegado a la cumbre? Muchos de nosotros concluimos que no hay más nada que hacer. La vida me enseña que el éxito sin nadie con quien compartirlo no es éxito, que la cima de la montaña es un lugar terriblemente solitario; he allí la importancia de tener las cuatro áreas en equilibrio.

Muchas personas han logrado más éxito de lo que se imaginaron sólo para descubrir que están totalmente insatisfechos: ese es el dulce veneno de un infinito falso: “Si logro eso, he triunfado”. Ese es un infinito falso. Esa realidad puede ser muy dolorosa y trágica si tu visión y proyecto de vida se han basado únicamente en la carrera como profesional (vocacional).

El día de mi cumpleaños es una excelente oportunidad para responder de manera positiva a todo esto, es un buen día para establecer objetivos más realistas y ordenar nuevamente las prioridades. Para mí, lo espiritual es lo más importante, incluso más que lo vocacional, es tratar de darle a Dios un lugar especial y único en mi vida. He comprendido ya en esta etapa de mi existencia, que las relaciones merecen más valor que las posiciones, títulos o cargos.

Cuando llegue el momento de mi muerte no quiero que me recuerden por mi profesión, ni por la posición que tuve, sino por la persona que fui. Me gustaría que recordaras cuando te tendí mi mano y te ayude a cruzar el río. “La humildad y la sencillez le añaden más valor a nuestra vida que cualquier otra cosa”.

Me gustaría que perpetuaras en tu mente este escrito y, lo puedas compartir con otras personas.

Gracias por tomar un tiempo para leerlo, en realidad es un tiempo para ti.

En el día de mi cumpleaños (Cara a cara con la realidad).

¡Un abrazo!

La humildad y la sencillez...

La humildad y la sencillez le añaden mucho valor a nuestras vidas, inclusive más que el que le añade un titulo universitario, posición social o un cargo. No te agrandes ante los demás por tener un cargo o un titulo, no es necesario. No es necesario humillar para ser grande. “Perpetua en tu mente que eres grandioso cuando haces sentir a los demás importantes y grandes”.

Por muchos años se ha relacionado la palabra “Humildad” con pobreza o baja condición social.

“Ser humilde no es vestir la peor ropa o ser de bajo recursos económicos. Una persona humilde es aquella que reconoce sus fallas y errores antes que otros los exageren; actúa sin presumir”

Recuerda que el tiempo de manera ineludible nos pedirá cuenta, la arrogancia te aleja de las personas valiosas. Procura que durante tu vida y después de ella seas recordado por ser persona sencilla y altruista.

¿Si él lo puede hacer, por qué tú no?

Nicholas James Vujicic

Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.

 

No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar.